El proceso de potabilización del agua

Por: Ing. Francesco Rossi

El ser humano requiere agua para vivir, de hecho se considera que deberían ingerirse entre 2 y 3 litros de agua (dependiendo del peso) por día para tener un buen estado de salud. De hecho los seres vivos en el planeta tierra necesitan agua para su existencia, aunque sea a través de sus alimentos. Se podría considerar algunos virus y los tardígrados como excepciones a esta regla pero es un tema aún en discusión. 

Este hecho hace que el agua, que es necesaria para la vida de los seres humanos, también es el principal vehículo de movilización de una inmensa cantidad de seres vivos generalmente microscópicos, en los que se incluyen las bacterias peligrosas para la salud, por lo cual el agua debe ser purificada para ser apta para su consumo.

Adicionalmente el agua se le considera como el disolvente universal, por lo que arrastra, disuelve y diluye todo lo que entra en contacto con ella, y esto incluye substancias y elementos químicos peligrosos para la vida. Otra razón para requerir su purificación antes de ser consumida.

Las fuentes de agua disponibles pueden ser de diferente origen: agua de lluvia, agua superficial (ríos, lagos, el mar) y las aguas subterráneas, de mayor o menor profundidad. En todos los casos pueden arrastrar diferentes tipos de contaminantes, biológicos o inorgánicos; además dichos contaminantes pueden variar según las estaciones del año y las actividades humanas que se encuentren en su paso. 

De lo anterior es que se deriva la importancia de los procesos de potabilización del agua antes de su consumo.

Pero también hay que considerar que al poder tener variaciones estacionales en su composición, los métodos aplicados para su proceso de potabilización deben ser flexibles y adecuarse a los diferentes cambios que puedan ocurrir. Asimismo es necesario por lo tanto el control operativo y mantenimiento de dichos sistemas de forma periódica y continua; la evaluación, tratamiento estadístico de los parámetros de control, y el contar con personal profesionalmente preparado para dichas tareas.

Metodologías hay muchas y dependen del tipo de contaminación. Por lo general se considera algún método de eliminación de partículas suspendidas, alguno para la eliminación de microorganismos, algún otro para la eliminación de aquellos compuestos orgánicos, y elementos químicos (metales y no metales) en exceso que pudieran ser tóxicos para el ser humano y algún procedimiento para acondicionar el agua para ser transportada y distribuida hacia el consumidor final de forma segura y que se mantenga en condiciones adecuadas para su consumo.

El tener agua potable en el grifo de la casa es un proceso complejo, intenso, que requiere de recursos tecnológicos avanzados y profesionales en diferentes disciplinas. Muchas veces por el hábito de haber tenido desde la infancia agua potable en las casas (aunque en muchos países no es una realidad cotidiana) se pierde de vista la dimensión y el logro tecnológico que ha significado este hecho, que por sí solo, el de tener disponibilidad de agua potable para el consumo humano de forma regular y contínua, mediante el empleo del proceso de cloración del agua, ha mejorado las condiciones de vida y ha aumentando la esperanza de vida, más que cualquier otro hecho, medicamento, o procedimiento médico durante el siglo XX. 

Por eso y por los efectos del cambio climático que nos puede afectar el suministro económicamente viable del recurso hídrico es que tenemos que ir desarrollando la conciencia de tener un consumo responsable del agua potable y usarla realmente en los momentos que se requiere, el cual principalmente es para el consumo directo y no desperdiciarla en actividades innecesarias como procesos domésticos de limpieza o para el lavado de vehículos como para poner dos ejemplos puntuales.

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